Freddy Beras Goico: “Perdimos la Guerra”

Por: Matías R. Vizcaíno.

Quien fuera el profeta del pueblo, Freddy Beras Goico, en una ocasión sintió repugnancia visceral (como la pudo haber sentido cualquiera de nosotros en casos semejantes de corrupción). El hedor de la Justicia era tan fuerte que apestaba a todas las narices de los dominicanos, en especial las narices de los menos pudientes. El pueblo fue afectado cuando del erario público se perdiera desaprensivamente el dinero de alimentación, salud, vivienda y educación.

Dice el refrán ¨lo mucho hasta Dios lo ve.” Esto, porque el daño que provocaron los funcionarios ladrones cuando se robaron el dinero del estado, no tuvo parangón. El dinero que debería el ejecutivo usar para comprar medicamentos para bajar una presión arterial o controlar una diabetes tipo 2 (condiciones críticas de salud en qué, si el paciente no es atendido con los medicamentos a tiempo, la vida de ellos está en un péndulo), fue a parar a manos desaprensivas dándoseles a ese dinero un uso criminal contra los ciudadanos. Es criminal cuando el gobierno dice que no tiene dinero para aumentarles el salario de los policías. Es un abuso cuando el ejecutivo no ofrece un programa viable que coadyuve a la reducción de la delincuencia doméstica o ¨ratería” Es criminal quitarles el dinero a las amas de casa; dinero que ellas utilizan para comprar el gas de cocinar y viéndose imposibilitadas por los altos precios del GLP, El robo es agravado cuando aparece de la nada un sistema miserable de ayuda social ofreciéndoles (a esas mismas madres o amas de casa) ¨bonogas¨. Estos cupones de ayuda social tienen un valor nominal hasta de 600 pesos. Sin embargo, el valor de compra de ¨bonogas” no sirve para apalear la crisis inducida al aumentar semanalmente su valor por galón de GLP en el mercado de consumo doméstico. Es decir, este programa es una farsa. Lo que te dan en bonos, te lo quitan en el aumento del gas, propiamente.

En fin, robar es un delito penal y robarle al estado es un crimen perverso. Aún más, robar sin medidas al estado es un crimen de lesa humanidad. Cuando el robo llegare a afectar las arcas del estado, la cosa es grave y las consecuencias no se hacen esperar: El dólar sube, los precios de la canasta familiar se eleva al cielo, la tasa de desempleos se incrementa, los salarios de los obreros se deprimen, y como es obvio, se dificulta el cumplimiento de los programas sociales a implementarse por el propio gobierno. Y por encima de todo esto, se desata un festival de burlas en los medios de comunicación, es ¡humillante! Usted sabe lo que significa robarse el dinero de los contribuyentes y luego ese dinero estrujárselos en la cara a sus cofrades dominicanos al comprar lujosos vehículos, apartamentos, villas, yates… exuberantes mujeres (divas) y otros “demonios” que se adquieren bajo la influencia de petulancia. (Tan culpables son los que se roban el dinero del erario público como la institución financiera que guarda ese dinero sucio o aquellos agentes de ventas que le venden el bien a un o una ladrona).

Freddy, encarnó la rabia colectiva. Explotó en su programa de televisión y esa misma noche despotrico. A pesar, de qué, despotricar es una palabra que su significado se queda corto frente a todo lo que don Freddy dijo sobre la corrupción y los corruptos. En cuanto a la fiscalía, dijo tener un papel flaco, mostrenco y descarado frente a los casos de los “intocables ladrones de bienestar social".

Por último, el país goza una excelente normativa procesal penal como régimen de consecuencias, pero lo curioso, se pueden contar con los dedos de la mano, cuáles y cuantos son los funcionarios que hayan delinquido y tienen, en su costado, una sentencia firme por defraudar el erario público.” Ya ha pasado el tiempo… y don Freddy yace muerto en una tumba vacía. Y nosotros, al igual que él (metidos en sarcófagos fríos), aunque en circunstancias distintas, estamos atrapados y boyando en un marasmo de impotencia… En un país donde cada día la impunidad te causa esteatosis hepática.


Mayo 21, 2018

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