NECESITAMOS FIRMAR UN NUEVO CONTRATO SOCIAL

By: Matías R. Vizcaíno.

El país tiene 32 provincias, y nadie está seguro en ninguna de ellas. Es la misma fisiología del crimen en todas partes. En mi caso, recientemente me robaron la batería del carro dentro de la marquesina de la casa. ¡Increíble! Los ladrones de estos tiempos no están robando para darles a los pobres como lo hacía el forajido Robín Hood el héroe medieval, los delincuentes de ahora están robando para mantener sus vicios de droga, mujeres y casino…el país se está cayendo a pedazos poco a poco. Por lo tanto, está afectando considerablemente la marca país.

Volviendo a la batería de mi automóvil, yo les tengo dos preguntas a los sabuesos policiales: ¿cuál sería el precio de una batería usada en el mercado? Y, ¿Qué tipo de conexiones tienen estos ladrones que el sistema le permite con facilidad vender baterías robadas?

Por otro lado cuando andamos en las calles, una patrulla de policías se te acerca de día o de noche y usted no se siente ¨seguro¨ de las intenciones de dicho policías. Usted no sabe si es para pedir dinero o para robar. Dentro del mismo cuerpo de seguridad hay inseguridad. Y lo peor, el gobierno y sus funcionarios están acordonados, impenetrables… y se presentan en los medios de comunicación con guardaespaldas para anunciar seguridad. ¡Qué ironía!

En una ocasión el Director de la policía nacional acababa de ofrecer una rueda de prensa por los medios de comunicación, sobre como la policía acabaría con la delincuencia y criminalidad en el país. No había terminado el señor Director sus últimas palaras cuando de forma paralela, un policía recibió un disparo en la cabeza al perpetrar un robo a mano armada acompañado de dos personas más en el sector de Piantini. Se dijo que el policía le arrancó un maletín que contenía 200,000 dólares y 425,000 pesos a la gerente de ¨Seguros Constitución¨.



En días pasado un ex raso de la F.A. D. trató de frustrar un atraco que le hiciese a una transeúnte, una ciudadana común que iba libremente por las calles de la ciudad. Y este hombre con todo el honor del deber cumplido, disparó su arma tratando de alcanzar a los sujetos señalados como los delincuentes que perpetraron el hecho punible. Lamentablemente la bala que estaba dirigida a dos hombres malos, se desvió y cegó la vida de una mujer buena, que en el ejercicio de sus funciones, transportaba ¨niños¨ al colegio.

El colmo de todo esto no es la persona muerta, porque parecería que nos acostumbramos a tener a diario noticieros anunciando diferentes tipos de homicidios en cualquiera de las calles de esta selva llamado país, el colmo es que quien trato de imponer la justicia andaba con un arma ilegal y con el cañón manipulado.

El país se ha vuelto invivible, la ciudad es un valle de muerte.

Rousseau, el filósofo, ofreció una salida para la comunidad y le llamó ¨el contrato social¨ qué consiste en que el individuo firmaría un contrato de empoderamiento con la sociedad, de gobernar y ser gobernados sin que esto cause mayores consecuencias que la estabilidad social para la convivencia humana en una ciudad civilizada. Perder relativamente la libertad individual a cambio de paz colectiva.

De manera, debemos de prepararnos para firmar un nuevo contrato social. Esta vez con algunos ajustes; empoderando a las Iglesias y escuelas en el trabajo pastoral, concejal y educativo por perímetro de seguridad en las comunidades. La finalidad es que los órganos represivos no sigan actuando con las manos, ni con el gatillo. Sino más bien, con el cerebro al establecer nuevos mecanismos de seguridad.

Por ejemplo: En una comunidad, o barrio los habitantes de dicha comunidad se le debe crear un perfil, y en una base de datos se registraría todos sus datos personales. Lo mismo se haría, cuando un ciudadano llega nuevo al barrio, o cuando se muda debe constar en acta el tráfico de personas involucradas en el mismo. Tener un registro electrónico de las personas que entran al recinto comunitario, o salen del recinto en calidad de visitantes. La vigilancia debe ser permanente y con modernas cámaras de seguridad. Se aplicarían de forma graduar entre otros controles, para evitar disuasión de intrusos en áreas comunes o vulnerables como los parques de recreación.

Si todos nos pondríamos de acuerdo, y limitamos nuestra libertad a cambio de la paz colectiva. Erradicaríamos, en poco tiempo, la criminalidad por ¡SEGURIDAD CIUDADANA!

Marzo 31, 2017.