No politicen las ayudas humanitarias…



Ciertamente el que da la ayuda pone las condiciones. Este caso, desde luego, se da dependiendo de qué trata la ayuda y de qué tipo de crisis estaríamos hablando en el momento. Para mencionar un caso, el país de Venezuela está atravesando una situación política y económica sin precedentes que presagia graves problemas económicos, político y de humanidad. Por lo que se espera la ayuda de la mano sana y amiga de los venezolanos y sus amigos de la región y del mundo; sin importar banderías políticas, religiosas y culturales. La ayuda debe ser para todos los que la necesitan sin discriminación.

Por lo tanto, el país que sea… el que quiera contribuir o la comunidad internacional (en su conjunto) que quiera participar en el ofrecimiento de las ayudas humanitarias a Venezuela deben dárselas al pueblo, no a Guaidó ni a Maduro ni a nadie en particular. No debe de mezclarse la política con la hospitalidad. Los políticos venezolanos que están en conflictos deben tener un mínimo de respeto y de vergüenza a su pueblo y los ciudadanos del mundo que de una forma u otra están contribuyendo para mitigar el ¨dolor¨ de los más necesitados. «No politizar la entrega de las ayudas humanitarias, es la actitud»

El deber de cada ser humano se cifra en la vocación irrestricto al servicio. En el entendido de que el amor al prójimo impulsaría la voluntad de todos (residentes o no) en todas las provincias del actual país sufrido y del más recóndito y pequeño país en el mundo.

Ellos (los venezolanos) necesitan ánimo y dirección porque se enfrentan a un “incendio” de confrontaciones políticas y económicas. La irracionalidad de los partidos y de los políticos del país en cuestión ha llevado, y quizá sin nadie proponérselo, a que la gente viva en la miseria más profunda.

¿Qué ayudaría a los venezolanos en estos tiempos tan difíciles a salir del entramado político que afecta considerablemente su economía? No politizar las ayudas humanitarias de parte de los venezolanos de buena voluntad y, la hospitalidad racional de la comunidad internacional.

Sin embargo, contradictoriamente lo ocurrido el jueves 7 de febrero en el puente Las Tienditas, fue ¨el bochorno¨ internacional. «Desde mi corazón sentí una sensación inaudita de vergüenza ajena» mientras tanto dos camajanes se pelean y sacan provecho a la situación. Peor aún, echan a un lado lo más sensible en el pleito: el pueblo. Es decir, un espectáculo desagradable de lucha ¨libre¨: En una esquina: Nicolás Maduro dice que ¨sus adversarios políticos en Venezuela, ‘solapados’ por la administración de Donald Trump, son los responsables de que por la ‘supuesta crisis humanitaria’ seria la excusa legal para agendar una invasión a Venezuela y derrocar el gobierno de Maduro¨ [elegido en unas elecciones democrática donde de 18 partidos políticos participaron 16]¨ Y en la otra esquina el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, reconocido por más de 20 países que se alinearon a la petición de «nuevas elecciones en Venezuela» declara a la prensa internacional lo siguiente: "Haciendo uso de nuestra soberanía, el ejercicio de nuestras competencias, haremos lo necesario" para que Nicolás Maduro cese de usurpar el poder… [Esto sugiere la solicitud de una intervención militar de Estados Unidos o fuerzas extranjeras]¨. (¡Tétrico!).

Finalmente podemos concluir, según el estrecho campo espinoso y complejo en el que está envuelto Venezuela, incluyendo todas sus clases sociales, de que el espíritu hospitalario y cristiano debe ser el faro que guie a sus dirigentes. Que la voz de oportunidad que debe ser escuchada sea la voz de la gratitud y comprensión. «No más hambre, no más guerra, no más miseria…»

En definitivas, no politicen las ayudas; por amor a nuestros hermanos. La situación no es para menos: está de color de hormiga. Para cualquier venezolano (chavista u opositor) es una situación ¨touché¨ y no le conviene a nadie un derramamiento de sangre (al final solo son los ¨héroes¨ los que diezmaran sus vidas, y las familias de los diezmadores son los que perderían a sus seres amados). […]

Matías Reynoso Vizcaíno
Analista Político


5 comentarios :

  1. Estoy de acuerdo no se deberian politizar las ayudas humanitarias en venezuela o en cualquier pais que pase en una situacion que la necesite hay que darle las ayudas humanitarias al pueblo no hay que hacer de esta acto noble un politiqueo

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  2. Estoy muy adecuerdo, las ayudas humanitarias no deberían tener nada que ver con políticas, para mi esas son cosas que te nacen del corazón. Y menos en Venezuela con esa situación tan vulnerable

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  3. Estoy de acuerdo en lo absoluto en que cuando brindamos una mano amiga no debemos de mezclar la ayuda con la política oh por algo a cambio , cuando las ayuda se hacen de corazón uno lo hace sin interes alguno y sin beneficios.

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  4. Estoy de acuerdo no se deberian politizar las ayudas humanitarias en venezuela o en cualquier pais humanitarias no deberían tener nada que ver con políticas, para mi esas son cosas que te nacen del corazón.

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  5. Esto debería ser de reflexión para muchas personas , ya que quieren liberar a Venezuela pero a qué costó? Por la politización de la ayuda humanitaria muchas personas quedaron sin medicamentos o productos se primera necesidad, esto debe ser reflexionado ya que lo más valioso de un país es su gente

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