La bulla: un aluvión de recuerdos

By: Matías R. Vizcaíno.

Tarareando el merengue ¨llegó noche buena otra vez¨ interpretado por el legendario Johnny Ventura, me llegó un aluvión de recuerdos ineludible del festín que hacen las personas comunes en los barrios en tiempos de navidad.  Por ejemplo: Pararse en la esquina de un colmadón con vasos desechables (foam) en las manos, entremezclando alguna bebida para acompañar los días dulces y amargos de las pascuas, según sea el caso.   

Las fiestas que se celebran en los barrios en navidad juegan diferentes roles.  Por un lado tenemos feligreses que van a la iglesia.  Mientras que por otro lado, algunos hombres y mujeres que para ¨divertirse¨ alborotan la ciudad bebiendo ron, fumando hookah y bailando al compás de potentes aparatos de música que portan lujos carros.  A pesar, que los dueños de esos carros que tienen preparados de un misicon  o disco light, no les importa quitarles la paz o el sueño a los vecinos ni le importa saber que con la bulla están generando violencia a los sentidos.

La ley 64-00 prohíbe el alto volumen de la música a todas horas, siendo los decibeles durante el día de 45 a 55 el máximo,  y durante la noche de 35 a 40. Es decir, en tiempos de navidad es lógico una extensión de horario para lugares de bebidas alcohólicas y otros centros de diversión.  Ahora bien, lo que no se puede permitir es subir los niveles establecidos de decibeles.  La extensión de horario no incluye bulla ni desordenes  

…llegó noche buena otra vez el mismo problema otra vez.

De igual manera, como las celebraciones en las navidades me trajeron un aluvión de recuerdos de igual modo, lo hizo cuando escuché sonar las bocinas de los automóviles caravaneros específicamente de dos políticos.

 Al principio de mes de junio, algunos candidatos a la presidencia de la República decidieron salir a las calles a una ¨mano a mano¨, a ¨abrazar a viejas y, a gordas¨ (que en la mayoría de los casos dichos candidatos se rehúsan a saludarlas y si lo hacen es casi obligado) y, a buscar de ¨firmas y votos¨. 

Miremos un escenario tétrico que producen las campañas electorales: un ciudadano sale con su familia  a las calles de Santo Domingo, y la lleva de paseo  al Parque de La Canquiña, y encuentra con sendos tapones y los atajos obstruidos. 

Lo triste para los integrantes de la familia anterior, es que cada fin de semana el caos va en aumento y generalizando todas las calles y avenidas principales de la ciudad como consecuencia de los bandereos, caravanas que hacen cerca de 23 partidos políticos tirados a las calles.  Sin querer exagerar el odioso acompañamiento de potentes bocinas encima de las camas de los camiones (discolight)…  Ni hablar de la alta contaminación visual de valla y panfletos.

Tampoco te puedes quedar en la casa en busca de entretenimiento.  Todos los espacios de programas están saturados por la política: la televisión, la radio  y las redes sociales.

¡Uno no encuentra para dónde coger un sábado o domingo con la familia!

En los casos de los niños, que ahora están en casa por el asueto escolar. Ellos se están estresando al buscar en la televisión  programas de entretenimiento y no encontrar nada.  Entonces, se desesperan y hasta lloran. 

Tú ves, a los pobrecitos niños en el ¨zapeo¨ con el control remoto a manos tratando de encontrar un programa para divertirse… Al no encontrar absolutamente nada en las programaciones criollas, finalmente, buscan un escapandero a través de los cables internacionales o de Netflix.

Sinceramente que estamos hartos de la parafernalia de las campañas electorales.  Es una temporada sofocante para todos y todas.  Sentir el calor y la efervescencia de una campaña extemporánea es aún peor, que sufrir los 15 días de calor a consecuencia de una capa de aire caliente de partículas de polvo que gravitó en la atmósfera  dominicana, recientemente,  proveniente del desierto del Sahara.

Volviendo al tarareo del merengue ¨llegó noche buena otra vez¨ me llegó un aluvión de recuerdos y no aguante las ganas de hacer una parodia:

¨Llegó la campaña otra vez… el mismo problema otra vez… a coger prestado otra vez…  al módico 20 otra vez…  a comprar ropa otra vez… a cogerla prestada otra vez… el mismo allante otra vez…

¡Qué problema caballero!

Llegaron las elecciones otra vez… La misma bulla otra vez… hacer promesas sin poder… hablar mentiras otra vez…

¡Qué problema señora!

Terminaron las elecciones otra vez…  a subir el gas otra vez… andar a pie otra vez… la misma pela otra vez.

Volvieron los apagones otra vez… … a beber romo otra vez…  la misma olla otra vez… a volverse loco otra vez… ¡a comerse un cable otra vez!¨

Junio 23, 2018