"Las sanciones vienen en camino"



Matías Reynoso Vizcaíno

Al parecer el presidente Donald Trump espera que este martes 6 de noviembre sea el gran día del triunfo de los republicanos. La misma garantizaría un segundo mandato y por supuesto, la consolidación de su regio programa de gobierno que consiste básicamente en atacar, frenar y eliminar lo que para los americanos es una amenaza de estabilidad y crecimiento patrimonial.

En pocas palabras, el gobierno de Donald Trump aplicaría severas sanciones por los siguientes motivos: Uno, el influjo de inmigrantes económicos. Dos, la guerra civil de Siria y otros demonios (de terrorismo) desatados en el oriente. Tres, China y Rusia las nuevas superpotencias comerciales. Y, cuatro, la corrupción y lavado de activos de Presidentes y funcionarios públicos de América Latina.
Entonces visto de esta manera, el americano –blanco- supone que en un triunfo arrollador del mandatario en las elecciones de medio término, se le estaría entregando a Donald Trump la espátula pública (un congreso a su favor) para alisar la pintura de Barack Obama.

Este episodio (del 6 de noviembre) sería el más difícil de todos los encontronazos y trompicones que ha venido librando el Presidente de la nación más poderosa del mundo; y más aún, de acuerdo a los disminuidos números que le dan las encuestadoras a los republicanos, al considerar que la mayoría de los escaños en el Senado, en la Cámara de Representantes y los gobernadores de los estados, quedaría en manos de los demócratas. De ser así, el presidente Donald Trump estaría afilando cuchillo para su propia garganta -las sanciones que vienen en camino podrían perjudicarle-.

Mientras tanto analizando el escenario que se describe con anterioridad, podríamos conjeturar que la situación de ¨miles de pobres de América Central caminando a pie y con hambre hacia Estados Unidos, es una situación mediática que en su defecto beneficiaria a los republicanos, siendo este uno de los alegatos en que se apoyó el presidente Trump cuando dijo «las sanciones vienen en camino».

Los peregrinos son hombres y mujeres, algunos hasta con sus niños en brazos –y quizás sin darse cuenta tanto los hondureños como los demócratas que aúpan esta procesión-, estarían empujando a los americanos [blancos] a unirse alrededor de la coyuntura actual y exponer la rabia en las urnas para votar en contra hasta por la última brizna o zurrapa de cada inmigrante económico. (Ése. El mismo de siempre: que se empecina en cruzar cualquier frontera de un país que no lo ha invitado a pasar).


Noviembre 3, 2018



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